06 febrero 2008

por que evento y documentación...


Evento y documentación se enfoca en las relaciones de sitio y proceso a partir de la documentación, desde la práctica artistica y su reproduccion a través de medios fotográficos y de video.
El papel de la documentación en el arte contemporáneo es una ambigua utilización de los medios como memoria, que constantemente es re-evaluada y re-significada para fines de acumulación, producción y concepción de imágenes desde la fotografía y el video, que como testigos objetivos suelen participar del desarrollo de eventos, como parte de lógicas históricas y de conservación. Las discusiones en torno a la naturaleza de los medios y su culturización han impactado la reflexión sobre el arte con respecto a la imagen como elaboración, percepción, mimetismo, interpretación, recopilación, etc.
El video y la fotografía son instrumentos, tecnología que refleja realidad. Desde los cuestionamientos sobre la reproducción de la obra del texto de Walter Benjamín, los estudios en fotografía performativa y las reflexiones de video-arte, la concepción de los medios de reproducción –fotografía y video principalmente- ha oscilado entre: la creación de simulacros, ficciones y narrativas, y sitio de retorno de lo real. La situación paradójica de la fotografía entre la imagen producida en el campo de la representación y el registro como impresión indexica plantea discusiones sobre los discursos de presentación y lo real con respecto al performance y en general, los procesos de producción artística.
La función documental parece contradecir al arte efímero, así como la asociación con el tiempo presente que el arte de acción de los 70s proclamaba mediante el “aquí y el ahora”, su devenir como desaparición. El performance es definido por un lugar y un tiempo en el cual una acción o evento es atestiguado o no por una audiencia, factible de registrarse en video y/o fotografía. En términos generales, el performance consiste de un acto que subsiste en el tiempo por medio de su inscripción en representaciones fotográficas o videisticas como formas subsidiarias. La preocupación sobre la disposición de los registros de eventos artísticos usualmente se enfoca en como ésta determina la recepción, comprensión, contextualizacion y percepción de la obra artística, como si fuese el efecto de una acción primera. Esta reciprocidad no es lineal, el evento no puede vaciarse en la documentación o ser comprendido por la “verdad” de los medios fotográficos o de video que parecen sugerir la sustitución de la experiencia directa. La situación que se crea, ficcionaliza o constata mediante la relación con la fotografía y el video es una continua retroalimentación, no solo se transmite la desaparición del evento sino que la reproducción actúa como la ilusión del alcance de lo real, aun cuando tampoco sea apresable durante el evento.
Por esta razón, la documentación presenta diversas problemáticas, dentro de las llamadas “nuevas tecnologías”, el espectro técnico y conceptual de la fotografía y el video presenta un desarrollo que traspasa géneros y registros de la “captura de realidad” al punzante embate de nuestras relaciones con lo real. Hacer imágenes con aparatos, máquinas y cámaras re-define nuestras relaciones con el cuerpo y su representación, de manera que la imagen ejerce efectos formativos y de conformación de otras realidades.